Irene
Vi aparecer a Bibiana, con un vestido azul turquesa. Esta
chica era muy guapa, la verdad es que esta mañana no me había fijado muy bien
en ella, pero es guapa y tenía un buen cuerpo.
Morena, alta y con unos ojos marrones muy llamativos.
Yo era alta, morena de pelo y blanca de piel, mis ojos eran
marrones claros, y tenía una complexión normal, ni seca ni gorda.
Yo no era de ponerme nada de tacones, porque creía que era
un castigo para las mujeres.
Y hoy llevaba una falda blanca y una camiseta azul marino, y
las sandalias.
Cuando me quise dar cuenta Bibiana estaba a mi lado.
Irene: ¡Hola! -Dije enérgicamente.
Bibiana: Guapa, ¿Preparada?
Irene: Cuando quieras -Sonreí
Me agarró de la mano y me llevo hasta donde estaba la
fiesta. La música estaba a todo volumen, las chicas bailando en biquini y los
chicos al lado para ver si caía alguna chica...
Niños de 14 y 15 años bebiendo alcohol, lo veía totalmente incomprensible.
Me llevaba de la mano mientras yo me quedaba embobada viendo
a la gente divertirse y lo bonito que estaba la playa a esas horas....
Nerea
Nerea: ¡Escúchame! No me
vuelvas a dar la cara. -Le dijo amenazante.
Alan: Que paso de ti, y
de tus tonterías.
Nerea: ¿Ahora pasas no?
Pues cuando la zorra esa se canse de ti, ya vendrás llorando.
Alan: ¿Llorando? Anda lo
te flipes y mee voy que Carla me
llama. -Decía mientras se acercaba a ella para darle un abrazo.
Nerea: Acuérdate de tu
mejor amiga cuando vayas a cometer alguna estupidez.
Alan: Te quiero tonta.
-Se acercó a ella y le dio un fuerte abrazo.
Nerea: Adiós Alan. ¿Vienes
luego?
Alan: Si conforme que
termine con Carla, que su madre está de cena. Y tiene libre su casa...
Nerea: Sólo te quiere para
follar que lo sepas.
Alan:¿Y yo para que la
quiero? ¿Para formar una familia? Anda no me hagas que me ría.
Nerea: También es verdad,
eres como ella -Río.
Alan: Soy muy malote.
Nerea: Vale, vale... ¿Para
las 3 estarás?
Alan: En una hora me
tienes de vuelta.
Dicho esto vi como Alan se subía en su moto y se marchó.
Últimamente me tenía harta, la zorra esa. Típica chica despampanante
que tiene a los tíos locos, y que podía tener a cualquiera, pero Alan es el
chico guapo y malo de siempre. Pasa de todo y de todos. Su físico le ayuda
mucho, pero a veces está insoportable.
Es moreno con el pelo fácil de manejar, y ojos verdes
claros. Formaba parte del equipo de Voleibol del pueblo.
Cuando ya quise salir de mi empañamiento vi como Bibiana se
acercaba a mí, junto a otra chica que nunca la había visto.
Bibiana: ¡Lo más bonito de toda la playa! - Saltó sobre mí y me empezó
a morder por el cuello.
Nerea: Calla, aquí no. Que nos pillan. -Decía en modo de broma.
Bibiana: ¡hostia! Es verdad...
Nerea: ¿Quién es esta chica? -Pregunté.
Bibiana: Se llama Irene, viene todos los veranos, pero ahora la
conozco y estará todo el verano conmigo...
Nerea: ¡Ah! Pues encantada guapa. -Me acerqué a ella y le di dos
besos.
Irene: Soy Irene ¿Y tú?
Nerea: Nerea, me llamo Nerea. -Sonreí.
Bibiana: ¿Que tal estás? -Me preguntó Bibiana.
Nerea: Bien, esperando a Alan, haber si viene.
Bibiana: ¿Ya se ha ido otra vez con la zorra? - Dijo con retintín.
Nerea: Si, me revienta esa tía en serio. - Dije con todo el odio
de mis adentros.
Bibiana: Bueno dejemos esto porque Irene estará flipando
-Sonreímos.
Irene: Putas hay en todos lados -Reí.
Nerea: Cuanta razón tienes chica... Pero esta es que es mala
-Dije mirándola a los ojos.
Irene: Me la puedo imaginar. -Dijo ella muy convencida.
Escuché la moto de Alan, así que lo busque con la mirada.
Paseaba entre las chicas que estaban bailando.
Y se acercó hacía mi. Cómo siempre me revolvió el pelo y me
sonrío. Se acercó a Bibiana y le dio dos besos y empezó a chincharle.
- ¿Ya has terminado? -Le dije con ironía.
- Soy una máquina... ¿No lo sabías o que? -Dijo con aires de
superioridad.
Cuando de pronto vi que se sacaba del pantalón el paquete
del tabaco.
- ¿Que fumas? -Preguntó Bibiana.
- Un porro ¿Quieres? -Le ofreció.
- Dame una calada. A ver si me animo. -Dijo cogiendo el
cigarro.
- Ah, está es Irene. -Dije para romper el ambiente helado
que había.
- Encantado, soy Alan. -Vi como se acercaba a ella y le dio
dos besos.
- Igualmente -Decía ella.
- ¿No eres de aquí verdad? -Pregunto Alan.
- Soy de Sevilla, pero me vengo de vacaciones todo el
verano.
- Ah que bien. -Dije feliz, la verdad es que me había caído
bien.
- Ah pues ya nos veremos entonces -Dijo Alan mientras la
mirada de arriba abajo.
- Pero cuídamela eh. -Decía Bibiana mientras le devolvía el
cigarrillo a Alan.
- Claro -Sonrió y soltó una carcajada Alan.
- Somos muy buena gente eh. -Dije convencida.
- Se nota -Río ella.
- ¿Quieres una calada? -Le ofreció Alan.
- No, gracias pero no fumo.
- ¿No fumas? Que chica más sana. ¿Y bebes? -Preguntó
curioso.
- Tampoco. -Negó con la cabeza.
- Uoh que chica más
Light de estas hay pocas... – Dijo Alan sonriendo.
La sonrisa de está chica me gustaba, se la veía una chica
tranquila y encima ni bebía ni fumaba. Era perfecta.
Pero a mi las chicas no me iban. Pero en cambio vi a Alan,
sonriendo también pocas veces. Será porque Carla se ha portado hoy como una
autentica puta... bueno mejor me callo. Alan sabía que la odiaba con todas mis
fuerzas pero él pasaba del tema, nunca nos tenía juntas porque sabía que podía
salir perdiendo ella.
- ¿Vamos a bailar? -Propuse.
- Vamos, que tengo ganas de veros bailar -Dijo Alan a tono
de guasa.
- Yo bailo muy sexy -Dijo Bibiana.
- ¿Tú? Muchísimo a mi me pones a cien -Dijo en cachondeo
mientras le cogía de la mano para bailar los dos juntos.
- Ven conmigo -Le cogí la mano a Irene. La pobre estaba
perdida.
Bibiana se reía a carcajadas cuando Alan empezaba a bailar
como un autentico mono.
Después se fue hacía a mí, y así toda la noche.
- Chicas, yo me tengo que ir. -Dijo mirando el reloj Irene.
- ¿Ya? -Dijo Alan asombrado.
- Si ya sabes los padres son así. -Replico ella.
- Pues mañana te esperamos -Dije yo.
- Si... Bibi, ¿Me das tu número? Y así te llamo. -Dijo ella.
- Claro, dame que te lo guarde. -Dijo Bibiana mientras cogía
su móvil.
- Métele el mío también. -Dije sonriendo.
- Y el mío -Chillo Alan.
- Me lo he pasado genial en serio. -Dijo riéndose.
- Así somos nosotros. - Nos reímos todos.
Bibiana le abrazó y yo hizo lo mismo. Alan no sabía que
hacer si darle la mano, o un abrazo o quizás dos besos.
- Me voy adiós. -Decía con la mano.
- Espera dame dos besos -Se acercó Alan.
- Ah vale - Río avergonzada ella.
Después de esos momentos que Bibiana y yo contemplamos
volvió donde nosotras y seguimos bailando.
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