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sábado, 12 de mayo de 2012

Capitulo 3.



Tumbada al sol pensaba en la noche pasada, las risas que me eche con Bibiana y Nerea. Me habían caído super bien y espero verlas esta noche, aunque no sé.
Cerré los ojos ya que el sol me empezaba a molestar ya. Cuando de pronto siento unas manos cálidas. Me giré y ví a Marcos.
Marcos: Hola bonita ¿Que tal?
Irene: Bien ¿Y tu?
Marcos: Aqui que te veía sóla, y creí que estarías mejor acompañada.
Irene: Pues no, te equivocas, sóla estoy mejor.
Marcos: ¿Me estás echando?
Irene: Y pensar que eras tonto.
Marcos sonrió y arrimó su toalla a la mía.
Irene: ¿Que te pasa a ti?
Marcos: Nada ¿Y a ti cuñada?
Irene: A mi nada. ¿Que deberia pasarme?
Marcos: ¿Cuentame que tal ayer?
Irene: ¿A ti que te importa?
Marcos: Soy el novio de tu hermana, tendré que tenerte vigilada ¿No?
Irene: Vigilate tú, y después hablamos.
Dicho esto me levante y me quite los vaqueros y me fuí para el agua. Marcos se vino detrás mía, no soportaba al chico este en serio. ¿Que se traía entre manos?
Marcos: No me dejes con la palabra en la boca.
Irene: Oh que pena....
Marcos: No me gusta nada que seas  así conmigo.
Irene: Pues ¿Sabes que?
Marcos: ¿Que?
Irene: Que la peles.
Marcos: En serio, eres una chica muy cerrada, sólo quiero llevarme bien contigo.
Irene: Haber si te queda claro que con la única que te tienes que llevar bien es con mi hermana. Que a mis padres y a mi nos importa un comino como seas.
Marcos: Está bien, si veo que vas a estar así me voy.
Irene: Menos mal que lo pillas. -Empezé a aplaudir.
Marcos: No se quedará así.
Irene: Creo que sí -Dije advirtiendole.
Vi como cogió su toalla y se fue de nuevo para casa.
En serio, no sabía lo que tenía ese chico que no me terminaba de caer bien, ni tampoco de fiarme claro está. Y eso que ya son casi 4 años saliendo con mi hermana, pero es que no sé, seran cosas mías. Aún así paso de estar a sólas con él.
De pronto sentí cómo me ruborizaba. Ví a Alan.
Ese chico era muy guapo, aunque por lo que pude escuchar ayer de él, es un tío que va de chica en chica. Aún así tenía algo que me atraía por así decirlo, le miraba descaradamente hasta que me salió mi vergüenza y miré al frente, a las inmesidades del mar.
Sonreí al recordar ayer cuando me iba a ir y me dijo:
- Espera dame dos besos. -Sonrisa de tonta.
No sabía el porque de esos momentos de idiotez. Y de reojo ví como se acercaba a mí.
Joder no, joder no -Pensaba.
No sabía que hacer.

Y cuando quisé reaccionar estaba  a mi lado, y me tuve que aguantar.
Alan: ¡Hooolaaa! ¿Que tal?
Irene: Hola, pues bien, aquí pasando la mañana. -Sonreí.
Alan: Me alegro -Sonrió.
Se hizo un silencio un tanto incomodo...
Alan: Hoy vamos a la piscina de Nerea, ¿Te vienes?
Irene: Es que no quiero ser un estorbo...
Alan: Anda, no digas tonterías. Si nos caíste muy bien a todos.
<Jo, jo, jo le caí muy bien>
Irene: Ya, pero de ahí a eso..
Alan: Venga vente, que después vamos a dar una vuelta.
Irene: Me lo pienso ¿Vale?
Alan: Espero que eso sea un Si a medias.
Irene: Lo es -Sonreí de nuevo tontamente..
Alan: No me he querido acercar antes, porque estabas aqui con un chico. Y pensé que sería tu novio o tu amigo no sé.
Irene: ¿Quién? ¿El chico de antes? ¿Mi novio? -Empece a reirme como una autentica loca.
Alan: Me alegro de que te haya hecho gracia.
Irene: Ese chico es el novio de mi hermana, y me cae fatal.
Alan: Ah, vale. Lo siento entonces... es que como os vi y eso...
Irene: Tranquilo..
Alan: ¿Vendrás no?
Irene: -Me lo pense varios segundos- Si.
Alan: ¡Bien! -Empezo a echarme agua.
Irene: Oye, mi pelo. - Le miré mal.
Alan: Oye haber esas miradas..
Irene: No me eches agua.
De pronto Marcos volvió.
Marcos: Irene, vamos, que tenemos que ir a la ciudad.
Irene: ¿Ahora?
Marcos: Sí. Venga.
Irene: -Miré a Alan resignada- Bueno pues me tengo que ir, ya nos vemos hoy. ¡Hasta luego!.
Marcos sonreía minuciosamente.
Alan: ¡Irene! - Dijo cuando llegue a mi toalla.
Irene: Dime.
Alan: ¿Porque nunca te despides de mi? -Dijo sonriendo.
Marcos: Irene no tenemos tiempo.
Irene: Callate la boca.
Alan: -Salió del agua y se acercó hacía mí- Tranquilo tan sólo son dos besos.
Me acerqué a él y le dí dos besos.
Marcos: No me gusta nada esto -Penso para sus adentros.
Alan: Ya esta chico, ¿No ha sido tanto tiempo verdad? -Le miro desafiante.
Dicho esto Alan se fue para su mochila y se secó un poco el cuerpo. Y le echo de nuevo una sonrisa a Irene.
Marcos: No me gusta nada este chico.
Irene: Y dale con lo de siempre. No me importa.
Cogí la mochila y me fuí para casa sin echarle cuentas. Estaba que echaba chispas, pero en verdad me da igual.
Gracias al encantador del novio de mi hermana no pude ir a la piscina de Nerea. Porque puso de excusa que tenía que hacer unos asuntillos. Y yo tuve que acompañarle. Cabrón.
La verdad es que no sé, pero lo de está mañana fue muy raro. Así qué decidi llamar a Bibiana para ver si habían quedado ahora por la noche.
Bibiana: ¡Irene! ¿Que tal? ¿Vas a salir?
Irene: Si, es que me han entretenido y no he podido salir antes.
Bibiana: ¿Donde estas?
Irene: En la ciudad ¿Y vosotros?
Bibiana: Pues en la playa, haciendo botellón.
Nerea: Alan ha ido a por hielos a la gasolinera dile que le llame haber si puede traersela -Le oí decir al fondo.
Irene: No hace falta...
Nerea se pusó al móvil.
Irene: En serio da igual..
Nerea: No, no se lo he dicho y dice que donde estás.
Irene: En el centro comercial de la perifería.
Nerea tardó en contestar y escuchaba de fondos las teclas.
Nerea: Dice que en 2 minutos está allí.
Irene: No hacía falta. En serio mañana os veo...
Nerea: Adios cariño.
Me colgó, noté como Marcos me miraba expectante de mi desición.
Marcos: ¿Que pasa?
Irene: Nada, ¿Has terminado?
Marcos: Me queda terminar esto.
Irene: Vale.
Marcos: Irene, no estes así.
Irene: Soy así, es que parece que no entras en razón.
De pronto se escucho el ruido de una moto. Y Marcos vió como Alan se paraba en frente de él y se quitaba el casco.
Alan: ¿Vamos Irene? -Me ofreció un casco.
Irene: Me voy para caso, ya nos vemos.
Alan: ¿Te has subido alguna vez a una moto? -Me preguntó por curiosidad.
Irene: Si, pero chica y ahí delante con mi padre.
Alan: Haber -Se bajo él de la moto y me ayudo a subir.
Marcos tenía una cara de Poker face.
Alan: Agarrate a mí, vayas a caerte. -Me puso el casco.
Irene: Tranquilo. ¡Adiós Marcos! -Me despedí con la mano y luego la volvi a colocar en el cuerpo de Alan.
Alan sonrió malvadamente y arrancó.
El camino se paso en nada, estaba todo negro, tan sólo se veía lo que alumbraba la luz de la moto. Y cuando menos me quise dar cuenta llegamos a la playa.
Bibiana y Nerea vinieron hacía mí y me empezaron a saludar.
Continuará.

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