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martes, 15 de mayo de 2012

Capitulo 7.




Irene

Mi cabeza iba a explotar, ultima vez que bebo, ¡Última! me dije a mi misma. Me di la vuelta y el móvil empezó a vibrar.
Un mensaje llego. Alargue el brazo y lo cogi, desbloqueé y ví.
"Alan" una palabra, 4 letras, 2 letras y dos consonantes, eso hizo que mi corazón fuera a salirse por la boca.
¿Cuándo me ha pasado esto a mí? ¿CUANDO?
Ayer sentía que podía soportar todo, pero hoy. Me sobrepone, ¿Que quisó decir ayer?
No nos engañemos. Yo he sido el que le echo girar 360 grados.
Él estaba de frente con Carla, viviendo un mentira de mierda, aparecí y le picó la curiosidad.
Vendita curiosidad, a quién se lo cuente me dice.
- ¡Flipada de mierda!.
Me empece a reir, no sabía porque pero me apetecía reirme. De pronto entro mi hermana, y me corto el rollo.
Diana: ¿Y esas risas?
Irene: Eh, me han contando un chiste.
Diana: ¿Quién?
Volvió a sonar el móvil. Otro sms.
Diana: Me huele a mi raro esto.
Irene: Haber si es que papá esta cocinando de nuevo.
Diana se rió y salió de nuevo. Salte encima de la cama, y cogí el móvil.
Un mensaje de Alan y el otro de Bibiana.
Abrí primero el de Bibiana;
<Siete y media, donde siempre, vamos a ver una peli en casa de Nerea, te quiero>

Sonreí, está chica es un cielo.
Y me decidí a abrir el otro.
<Buenos días borracha, quería recordarte que anoche me peleé con un tio para que no te sucediera nada malo.., y que estaba en pie lo de las 5, así que no me falles.> Conjunto con una cara de forma de un beso.

Pataleé todo lo que pude y miré la hora. Tres y media. ¿A que hora llegué yo ayer?
No vuelvo a beber más.

Salí de mi habitación, fui a la ducha y allí me depile, porque ya empezaban a salir de nuevo.
El pelo lo lave, porque olía muy raro. Vi el champu el herbal essences, lo deje y me eche el de mi hermana.
No quería oler a puta.
Después de ducharme, me rize el pelo con el difusor y me arregle del todo, porque ahora son las 4 y quedaba una hora para que llegasé y tenía que hacer lo que sea para que mi madre o mi padre no me viera irme con él porque si no, soy niña muerta.
Bueno vale, para tanto no, pero no soporto que me digan: <¿Ya con novio?>.
Tsé. Entre en la cocina y le di las buenas tardes a todos, cogi el plato de macarrones le eche queso y lo volvi a meter en el microondas donde me quede empanada viendo como adaba vuelta, es penoso.
Me tiré un buen rato en terminar de comer, y cuando eso fuí a lavarme los dientes. Y a echarme el perfume que tenía.
Mire de nuevo el móvil, cinco menos diez...
Me despedí de todos y me fui al porche a esperarlo, me puse la música, pero de pronto oí la moto. Así que me los quite y me baje hacía bajo.

Alan: Tome usted señorita -Me dio el casco.
Irene: Joder yo que me había rizado el pelo.
Alan: No te quejes sigues estando igual de guapa.
Irene: <ME HA DICHO GUAPA, ME LO HA DICHO PARO CARDIACO> Gracias.
Me agarré y fuimos hasta lejos de donde nosotros nos ibamos siempre...
Una playa más grande, mas extensa.
Cuando me dí cuenta vi que había mucha gente.
Bajamos por una cuesta, estaba cagada. Y él lo sintió ya que me agarre con mucha fuerza, pobre.
Alan: Que no te va a pasar nada. -Me sonrió.
Cuando llegamos me ayudo a bajarme de la moto y fuimos hasta todo el grupo de gente.
Alan: Es que hoy juego un partido de Voley y me hacía ilusion que vinieras...
Irene: ¿En serio?
Alan: Claro, mira allí esta Abel.
Irene: Vale, me voy con él.
Alan: Pasatelo bien -Me sonrió.
Irene: ¡Mucha mierda!.
Me fuí para Abel, el cual se sorprendió de verme.
Abel: Hay la nueva, que me estan llegando rumores de cosas...
Irene: ¿De que?
Abel: Carla dice que esta con muchas ganas de verte, ya que ha cortado con Alan.
Irene: ¿Si? Pues aquí la espero.
Abel: ¿Le quieres?
Irene: ¿A carla? No gracias xD
Abel: Alan, ¿Le quieres?
Los dos le miramos.
Irene: Creo que si, muy a mi apesar, nunca me había pasado, este chico me trae loca. En serio. -Agache la cabeza.
Abel: Hay que reconocer que tu a él también, ha dejado a Carla por ti. Eso no lo hace cualquiera, con ella era seguro que pasaba la noche...
Irene: Oye gilipollas, que yo no osy una puta eh.
Abel: Lo sé, que genio eh. Me gusta...
Irene: ¿Era de coña no?
Abel: ¿El que?
Irene: Nada, da igual.
Abel: Bueno venga que empieza.

Atendimos todo lo que pudimos al partido, iban ganando, punto por aquí, punto por allá, el tiempo pasaba y los otros estaban empanados. Y así hasta el final del partido. Todos celebraron la victoria, y se fueron a darse un chapuzon al agua.
Irene: Creo que debería de hablar con Carla.
Abel: ¿Que dices loca?
Irene: Oye, que yo me sé defender sola eh.
Abel: Mira pues por ahí viene... -Me la señalo.
Irene: No me conozco eh.
Se acercó hacía nosotros con dos amigas más.
Carla: Felicidades Irene, te lo has llevado. -Me ofreció la mano.
Irene: Yo no me he llevado nada, has sido tú la que lo has dejado ir. Los celos no son buenos.
Carla: Habló... ¿Estaís saliendo ya?
Irene: No, es que de todas formas no saldré con él.
Carla: ¿Qué?
Irene: Haber si te enteras de que yo soy su amiga, y a mi a día de hoy no me ha dicho "te quiero" ni nada de eso, con lo que si piensas un poco deduces que no ha cortado por mi culpa si no por la tuya.
Carla: Maldita sea la hora, en la que apareciste.
Irene: La verdad es que me halaga que pienses tanto en mi, a saber cuantas veces habrás dicho mi nombre al cabo del día.
Sus amigas soltarón una leve carcajada.
Carla: ¿De que vas? ¿De la chula?
Irene: No voy de nada soy como soy.
Carla: Si fuera por mí...
Se calló.
Irene: ¿Si fuera por ti...?
Carla: Te pateraría aquí mismo.
Abel: Eh, peleas no eh, señoritas..
Irene: Cuando quieras...
Carla: ¿Sabes que yo lo quiero?
Irene: Pues joder, haz lo que te de la gana, ¡CELOS! No son buenos...
Carla: Y ahora por tu culpa, no es mío.
Vi como sus manos se dirigían hacía el pelo.
Así que me moví algo para que no llegará, y con toda la rabia que tendía dentro de mi abrí la palma de mi mano y le di en toda la cara con ella. El sonido fue brutal, ví como sus ojos se cristalizaban y todos me miraban. La mano me empezaba a doler tanto que casi prefería cortarmela. Abel me miró y se quedó algo sorprendido, mientras que Carla aún con la guantada tuvo fuerzas para agarrarme del pelo, cosa que terminó cuando Alan le quito la mano y se puso entre las dos.
Alan: Tío, que se estñan pegando y tu empanado. -Le decía a Abel.
Abel: Hay madre el sueño desde chico.
Carla: Ya estarás sóla ya..
Irene: Que te sea leve, bonita.
Se alejo con sus amigas. Alan me miraba a los ojos. No sabía que hacer si llorar o decirle de una maldita vez que lo quería.
Abel se adelantó y me abrazó.
Alan estaba paralizado.
Abel: Tranquila, pero cuando me vaya a pelear contigo, no me pegues anda, que le tengo cariño a mi cara...
Irene sonrió.
Alan le hizo un gesto a Abel para que se fuera y les dejará sólos.
Abel: ¡Hostia! Helado, ahora vengo.
Se fue por patas y se quedaron sólos.
Irene: Puta zorra...
Alan: Ven vamos para casa, anda...
Le agarró la mano y comprobó que la muñeca se le había inflamado. Buen golpe sí señor.
Como pudo se agarró a él y se recosto en su espalda. Y cerró los ojos y se dejo llevar por el dolor que tenía en la muñeca.
A los 20 minutos por fin llegarón al Centro medico del pueblo allí le vendaron la mano y le echaron una crema para que no se le inflamara mucho más la muñeca.
Alan: ¿Te llevo a casa?
Irene: 8 de la noche.
Alan: Exacto, son las 8.
Irene: -Sonrió.
Alan: ¿Irene?
Irene: Llevame anda, pero dejame antes de llegar, es que no quiero que...
Alan: Ah vale.
Se subieron de nuevo y llegaron en un santiamén a las afueras de la casa, donde Alan paró la moto y se bajaron.
Alan: Es gracioso eh, yo ayer me peleo por ti, y tu hoy por mi.
Irene: Haber no es por ti,si no porque le tenía ganas.
Alan: ¿Segura?
Se miraron a los ojos. Miradas que lo decían todo.
Irene: Te odio.
Alan: Y yo a ti.
Irene: Me has convertido en alguien totalmente diferente a la que llegue. ¿Porque yo?
Alan: ¿Y porque yo? Me has dado 2 vueltas, no soy nada.
Irene le miró por ultima vez y se fue andando para casa. ¿Que cojones estaba pasando?
Alan: ¡IRENE! -Gritaba desde lejos.
Irene: ¿QUE? -Le grite.
Alan fue andando hasta mí. La tentación se acercaba, quería correr.
Alan: No te has despedido de mí. -Sonrió.
Irene: Me duele la mano...
Alan: Eso no es escusa, porque a mi me duele el corazón. Y aqui estoy.
Irene: Buenas noches. -Me acerqué a él y le di dos besos.
Alan: Que descanses.
Irene: Igualmente.
Me agarró de la mano. Y mientas iba para casa se separaron.

Alan.
Pronto no serán dos besos. Voy a contarselo a Nerea.

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